Hola, sí, ¿cómo andan después de
tanto tiempo? Yo bien. Anduve medio complicado con un par de cosas y por eso no
les pude contar nada en estas semanas que pasaron. Bueno, no me quiero meter
con esas cosas ahora porque implicaría correrme un poco de contarles qué onda
lo de ayer. Pero bueno, sepan que estoy acá para hablarles. Bueno, este… la
cosa fue así: ayer estaba con mi amiga Oriana preparando la vianda para ir
a manifestarnos por la democracia y en contra de la mala onda. Y viene bien
eso, porque marzo fue un mes muy para abajo, con mucha histeria en todos lados.
Y bueno, no sé, nos pareció que estaría bueno arrancar abril copando la Plaza
de Mayo para decirle a todo el mundo: «Acá estamos nosotros, los que queremos sacar
al país adelante, y decimos que no van a poder con nuestro entusiasmo jamás.
Porque nosotros no salimos a la calle con el fin de esparcir la mala onda;
nosotros salimos y decimos que con esa actitud no se puede sacar al país
adelante; que eso lo tenemos que hacer entre todos, porque si no somos todos
somos la parte, y si somos la parte somos facción. Pero las facciones no están
buenas, porque una facción siempre se pone frente a otra, y si te ponés en
frente de otro argentino no podés construir el futuro junto a él. Así que no
queremos enfrentamiento, sino conjuntamiento. La época de las ideologías ya
fue. Esa es cosa del Siglo XX, de cuando teníamos un mundo partido al medio
donde la gente no se hablaba. Teníamos a los rusos y a los Estados Unidos y
había poco diálogo. Por fortuna después vino Yeltsin y la cosa mejoró, siendo
que podíamos vacacionar en San Petersburgo sin esperar que la policía te agarre
por practicar una profesión liberal y te tire en Siberia para que te coman los
osos. Y yo te lo cuento porque me pasó. Bah, no me ha pasado a mí, me lo contó
una vecina, Claudia, que vacacionó en Rusia hace 3 meses y se la comieron los
osos. Lo mismo los pobres pibes de Greenpeace, Camila y Hernán,… comidos
también por un oso. Y es que en Rusia ahora, como en la época fea antes de
Yeltsin, si decís que no estás de acuerdo con el presidente te mandan a Siberia
a que te coma un oso. Y, como te dije, yo esto lo sé porque me lo contaron.
Pero qué sé yo, por ahí hay gente que quiere que seamos como Rusia, y está todo
bien, pero a mí dejame que acá voy a estar mejor, porque no me van a comer los
osos. ¿Por qué la FIFA hace el Mundial en Rusia, a todo esto? Seguro buscan que
a Messi se lo coman los osos, porque es así: siempre nos ponen palos en la
rueda. Pero no me gusta eso de quejarme, porque con las quejas no se mejora
nada. Los argentinos siempre vivimos quejándonos, vivimos criticando al otro
sin mirar qué hacemos nosotros. Siempre, pero siempre hacemos eso. Y así nos
fue como país. Porque somos así, porque somos resentidos por naturaleza. Pero
eso se tiene que cambiar y el cambio comienza por cada uno. Así que mejor
empecemos a cambiar. Yo, por ejemplo, nunca me quejo. ¿No me creés? Bueno,
empezá a revisar el archivo del blog y vas a ver que no miento. Así que mejor
no nos sigamos quejando y salgamos a la calle con alegría, con buena onda, de
cara al futuro, que va a estar bueno, y dejando atrás al pasado, que no estuvo
bueno. Y si creés que antes estuvo bueno, está todo bien: es tu opinión. Pero
es mi deber como argentino decirle a otro argentino que su opinión está
equivocada. ¿O qué? ¿Acaso te gusta que te roben en la cara? A mí no, y a mi
amiga Oriana tampoco. ¿Sabés a quién tampoco le gusta? A Alejandro no le
gusta. Me acuerdo que una vez me dijo: “robar está mal, pero peor es que nos la
pacemos criticando al ladrón.” ¿Y sabés qué? Algo de razón debe tener, porque
por algo estudió todos esos años Sócrates… pero bueno, no me quiero ir de tema.
¿En qué estaba? Ah, sí, bueno, a la vida hay que ponerle onda y hay que estar
acá, en la Plaza, poniendo el hombro, porque lo que no duele tampoco sirve en
este país», eso queríamos decir. Entonces fuimos y bueno, estuvo bueno. Pero no
estoy con mucho tiempo, así que otro día les cuento más. ¡¡¡Un beso grande!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario