lunes, 19 de junio de 2017

Los premios Tincho son un fierro!!!



Hola, ¿cómo andan? Les quería contar que anduve viendo ayer los premios tincho. Sí, jeje. Se me pegó por los amigos del club decirle a los premios tincho así, porque entonces uno los siente más cercanos, ¿re loco, no? Me encantaron los vestidos de las chicas, la coquetería de la noche. Realmente me hubiera gustado estar, pero bueno, uno tiene que hacer cosas también. Pero está todo bien, lo vi por la tele, como tiene que ser. A la tele argentina hay que valorarla por las incontables horas de entretenimiento que nos ofrecen los canales de aire. Uno ve Floricienta, Alma de Pirata, y todo lo que produce esa humilde pero excelentísima creadora que es Cris Morena y dice: menos mal que en estas tierras maravillosas los primeros son los niños sin familia. Sería re triste que nadie les dé amor, o que estén despeinados o que sean feos de alma. Pero eso no pasa. Lástima que la hija de Cris sea la mala de los casi ángeles. Pero después pienso que eso es porque Cris quería tanto a los nenes sin papás que a sus propios hijos los despreciaba y los hacía parecer los villanos. ¡Cuánto valor! La re banco a Cris. Y a Romina Yan también, porque aunque me ponía re enojado verla molestando huérfanos que hacen musicales sobre la vía del Sarmiento, también es cierto que si hablás mal de los muertos después te dicen que no tenés corazón. ¡Y a mí corazón me sobra, aunque tenga muchos agujeritos :P! ¿En qué estaba? ¡Ah, sí! ¡Los premios Tincho!
Bueno, primero quiero felicitar a Santiago del Moro y a Bilouta. Me encanta Santi, porque es re popular. Imaginate: pertenece a los negros.   ¡Y está genial eso! Porque después dicen que los rubios de ojos claros discriminamos, pero señalás que Santiago es del Moro y te dicen: “Eh, eso no cuenta, eso no cuenta”. A Santiago lo sigo desde que laburaba en Much Music. Lo veía ahí y después en Infama. Me encanta que conduzca su programa político con su estilo tan personal y tan educado en ámbitos serios. ¿Y qué decir de Bilouta? ¿Qué decir de Bilouta? Genio total, siempre al pie de las demandas populares para meter preso’ a “todo’ lo chorro’”. ¡Me encanta que hable así! Yo a veces hablo así también. ¿Vos no? Igual el que más me gusta de todos es Nobaresio. ¿Escucharon su discurso? ¡Ay, yo sí! ¡Y cuánta razón! Me encanta que quieran unir a los argentinos, como Nobaresio lo hace día a día desde su columna de Infobae. Y no me digan que no: es re crítico Nobaresio. Y es crítico con los dos lados: con los corruptos y con lo que no. Porque hay que escuchar las dos campanas y no enojarse ni caer en la chicana. Yo nunca lo hago, como Nobaresio tampoco. Pero si hay algo que me hace mal es ver a Nancy Duplá politizando la noche. La verdad es que no sé qué le ve Echarri. A mí él me gusta como actor, pero no como persona. Ella tampoco me gusta como persona. A él lo veo más con Celeste Cid, porque yo era re fana de Resistiré. Lástima que Echarri se moría al final cuando Fabián Vena explotaba. Pero hacían una linda pareja los dos. ¡Ay, a veces me preparaba un té y me sentaba frente a la tele y hacía como que conversaba con ellos! Me hacían sentir parte… pero después vino la chiruza de la Duplá y ahora a Echarri no lo quiero más como persona. ¡Pero basta de hablar de la Duplá! ¡Ojalá se repita, gente!

martes, 23 de mayo de 2017

Problemas con los artistas



¡Hola amiguitos, cómo andan después de tanto tiempo! Sí, sí, yo también los re extrañé, pero pasa que anduve con estuve estos días con Deméter… Ah, ¿nunca les conté de Deméter? Bueno, otro día les cuento. ¿En qué andaba? Ah, sí, bueno, nada… eso, que estuve charlando con Alejandro en estos días y está así como re para abajo, ¿vieron? Y es que le estuvieron diciendo un montón de cosas re feas por la tele, y la radio, y el twitter, y el Facebook, y esas cosas que debieran unirnos, pero a veces uno se pone mal porque nos separan. Y yo lo entiendo a Alejandro, porque a mí a veces me dicen también cosas terribles en la calle, en mi casa, en la cama, cosas, les digo, muy, muy, muy feas. Pero yo, que lo escucho siempre a Alejandro, me las arreglo para sacar fuerzas y responder con una sonrisa y media docena de facturas. Pero cuesta cuando un amigo de Rozitchner ve a Rozitchner mal, ¿vieron? Porque sí, los amigos nos preocupamos por Alejandro, que es Rozitchner. Y cuando dicen que Rozitchner es un tonto lo insultan a Alejandro y yo lo tengo que defender porque soy su amigo y eso hacen los amigos, ¿no? Bueno, dijo que Espineta es un resentido. Y sí, qué quieren que les diga. ¡Y yo con el flaco la mejor, pero la mejor, eh! Pero hablaba de robarle un color a una piba, de duraznos que sangran y de trenes fantasmas. No sé… tipo raro. O sea, te lo banco más que a los Redondos, pero lo mío es Soda, ¿viste? O sea, todo bien, ¿pero qué carajo es una lúcuma? No sé, che, para mí a la música no hay que pensarla tanto… es como decía Yiler: “Hay que meterle alegría a la vida”, o algo así. Pero bueno, yo quiero decir que lo defiendo a Alejandro, porque de pronto te encontrás con artistas que dicen: “Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé, en el quinientos diez y en el dos mil también”, y sí, da bronca, porque no entienden nada. Y uno les quiere decir: no, el mundo no es una porquería, ¡no le metas tanta mala onda! Y terminan proyectando, ¿vieron? Porque dicen: “El que no llora, afana… y el que no mama es un gil”. ¡Como diciendo que es de macho afanar y si no te ponés borracho sos un tarado! Y así estamos, ¿vieron? ¿Podés creer que la señora le dio a ese tipo un programa de radio? ¡Sí! Y después cuando viene Alejandro, que quiere unir a los argentinos y dice esa verdad, ¡todo el mundo se ofende! ¡Es un ser humano, gente! ¡Tiene sentimientos! ¡Basta de maltratarlo! En serio, da bronca que se pongan así cuando el chavón abre su corazón para todos y dice algo piola. Lo insultan, lo hacen poner mal. Y no da. No da, porque es un re buen chavón. Ustedes no lo conocen. Pero yo sí, y les digo: es buena gente. Y lo re banca al flaco, porque resentido y todo, también se ponía rabioso. Qué sé yo. Ahora lo tratan mal, pero cuando diga: “¡Saben qué! Mejor los dejo tranquilos porque acá no me quieren”, seguro más de uno va a agachar la cabeza, poner la cola entre el rabo y va a salir a disculparse por lastimar los sentimientos de este buen y noble espíritu. Y yo lo sé, porque soy su amigo. Y los amigos hacemos eso, preocuparnos. Porque para eso estamos, creo. Bueno, les mando un besote. ¡Estamos hablando!

martes, 4 de abril de 2017

:) Los Testimonios (:

¿Cómo les va? Yo estoy re bien, ¿ustedes? ¡¡¡Bueno, me alegra un montón!!!
Resulta que hace días que me están viniendo los testimonios de gente hermosa contando su experiencia en la #Marcha del #1A y no quería perder la oportunidad de compilarlas y hacer una entrada con las mismas. Encontrar tanta gente dispuesta a esparcir la positividad y la buena onda es algo que me llena de esperanzas para el futuro, pese a que haya gente amargada que quiera, para decirlo mal y pronto, aguarnos la fiesta. ¡¡¡Pero no los escuchemos!!! Mejor, escuchémonos entre nosotros.

Hola, ADR, ¿cómo andás? Espero que bien. No sé si te acordás de mí, soy Magdalena. Hablamos ayer en la Plaza de Mayo. Soy la que tenía el cartel con el juego del ahorcado. ¿Te acordás? Bueno, seguro que no, ¿porque quién soy yo para demandar una impresión vivencial en personas de semblante profundo y querellante? Ese serías vos, m’hijito. Bueno, te quería contar, porque no tuvimos la oportunidad de intimar demasiado y no te quería apartar de tu simpática compañera… dicho sea de paso, es una chica muy linda esa con la que estabas [se refiere a mi amiga Oriana, obvio ;)]. ¿Es tu novia? ¡¡¡Ay, ojalá que no!!! ¡¡¡Te juro que me encantaría tenerte de yerno!!! No sabés lo bonita que es mi hija, seguro que te encantaría. Y me gustaría que alguien como vos me la enderezara un poco, porque habrás visto cómo está la juventud hoy en día… ¿Ay, sabés que no me gusta su novio? No digo que sea malo, no. Pero le mete cosas en la cabeza a la nena. Y bueno, eso no me gusta ni a mí, ni a mi Norberto. Y es que yo la conozco y sé que lo hace porque es rebelde y a veces cuando la veo y me dice que no quiere darme nietos porque tiene 19 años y quiere tener estabilidad económica y profesional antes de pensar siquiera en la labor reproductiva, bueno… me dan ganas de samarrearla como cuando era más chica y mandarla a buscar una pareja competente y acaudalada. Y mi Norberto no es temeroso con la dote, tampoco: no sólo mi Julieta es delicada como la porcelana (y lo sé porque salió de mí), sino que además nuestros latifundios serían de gran utilidad para cualquier buen hijastro emprendedor. Así que pensalo, Amigo de Rozitchner. Yo voy a hablar con ella, para hacerle saber qué es lo mejor. Que abandone a ese negro mal habido que conoció en la Facultad de Sociales y que sólo le va a traer problemas, y se junte con alguien decente como vos. No sé, siempre pienso en eso. Y me preocupo, porque sus hermanos mayores todos hicieron las cosas bien. Pero la más chica nos tuvo que salir rebelde. Es lo que dicen, ¿no? ¿No dicen las ciencias que los hijos menores suelen ser los más independientes porque los padres ya no se ocupan tanto de ellos? ¡Ay, de haberlo sabido antes la hubiera tenido siempre al lado mío, atendiendo a cada demanda de su juvenil arbitrio! Pero fuimos malos padres y nos tenemos que hacer cargo de las desviaciones de nuestra prole. ¡Pero cómo me fui de tema! ¡Jeje, te estoy hablado como si te conociera de toda la vida! Bueno, la Marcha estuvo divina, ¿viste? Y me hiciste sonreír un montón con tu entusiasmo y buenos valores. Ojalá más gente fuera como vos, porque así no tendríamos que lidiar con los problemas habituales. Pero bueno, hay que poner el hombro para salvar la moral de esta Patria vapuleada por el fantasma de la corrupción populista. ¡¡¡Te mando un besote y espero nos volvamos a ver!!!

Un besote para vos también, Magdalena. Y un saludo a Norberto también. Y no, Oriana no es mi novia… ;)

Hola, che, ¿cómo andás? Yo creo en la democracia y por eso me manifesté como tantos otros conciudadanos el #1A. Te vi en la Marcha y siempre leo tus entradas. Re copado el mensaje que transmitís, viejo. Pero a veces me gustaría que fueras un poco más directo con las cosas. Porque de repente te vas de tema y no tocás los asuntos importantes. En Argentina se está viniendo la guerra civil. Hay gente que quiere vivir en una nación consolidada, justa, incorruptible, y la otra parte de la Argentina quiere sumergirse en la depravación y depredación de los buenos valores que tanto nos llevó formular. Y yo, la verdad, no le veo solución al asunto por la vía pacífica. Es como lo que pasa en Israel y la mina esta, la diputada del Likud, que dijo que habría que fumigar a los palestinos, matarlos desde chiquitos porque ya salen con el odio en la sangre. Acá es más o menos lo mismo, me parece. Acá esto se termina fácil: dándole su merecido a los que aspiran a la degradación cultural en la Argentina, a los que contribuyeron a la crisis de nuestras costumbres y le pudren la cabeza a nuestros chicos. Yo creo que Mauricio está pensando lo mismo y por eso compró tantas armas. Porque sí, si vamos a tomar una medida tan radical (tan radical como necesaria), mejor será que estemos más y mejor armados que los otros. El tema es que tenga el coraje para llevar eso adelante y por eso, como sociedad, tenemos que demostrarle que no sólo queremos eso, sino que estamos dispuestos a llevarlo a cabo. Te mando un saludo,
Alfredo Casero.

¡Alfredo, querido! Gracias por tu aporte, que contribuye un montonazo al debate para la construcción de la Argentina que queremos. ¡¡¡Un abrazo!!!

¿Cómo andás, chavón? ¿Te acordás de mí? Soy Pennywise, el payaso bailarín. Me pasaba por la marcha hace unos días y bueno, me tengo que disculpar. Los pibes me tienen un toque de miedo, ¿viste? Pero la verdad, no sé. Digo, ¿cuán terroríficos pueden ser una araña o un payaso? No sé, para mí hay mucha nostalgia por la tele de antes. ¿Vos qué decís? Mirá, te quería contar que estoy en un proyecto piola con gente copada para volver, esta vez, más grande y más mejor. Pero te quería pedir que me des un espacio para promocionarme, porque en septiembre la gente me va a poder ver de nuevo y descubrir que soy un tipo re piola. No como mi colega Pogo, que era medio rarito. Bueno, no te quiero joder tanto. Me puso un toque mal la marcha porque no me dieron mucha bola. Había pocos pibes, viste. Y a los pocos que vi ni tuve que seducirlos para que me acepten un globo, pero después se tomaban el palo chochos de la vida. No sé, todo medio raro. Pero me gusta. Te mando un abrazo, chavón, y seguí con el buen laburo.

¡¡¡Y un abrazo para vos también!!! Qué gente hermosa la de esta Plaza Maravillosa de la democracia frente a los peligros del abismo ético. Otro día les cuento bien lo que significó para mí esa Plaza, no hoy, otro día, porque ando con poco tiempo. ¡¡¡¡Chauuuuuuu!!!!


domingo, 2 de abril de 2017

#Plaza

Hola, sí, ¿cómo andan después de tanto tiempo? Yo bien. Anduve medio complicado con un par de cosas y por eso no les pude contar nada en estas semanas que pasaron. Bueno, no me quiero meter con esas cosas ahora porque implicaría correrme un poco de contarles qué onda lo de ayer. Pero bueno, sepan que estoy acá para hablarles. Bueno, este… la cosa fue así: ayer estaba con mi amiga Oriana preparando la vianda para ir a manifestarnos por la democracia y en contra de la mala onda. Y viene bien eso, porque marzo fue un mes muy para abajo, con mucha histeria en todos lados. Y bueno, no sé, nos pareció que estaría bueno arrancar abril copando la Plaza de Mayo para decirle a todo el mundo: «Acá estamos nosotros, los que queremos sacar al país adelante, y decimos que no van a poder con nuestro entusiasmo jamás. Porque nosotros no salimos a la calle con el fin de esparcir la mala onda; nosotros salimos y decimos que con esa actitud no se puede sacar al país adelante; que eso lo tenemos que hacer entre todos, porque si no somos todos somos la parte, y si somos la parte somos facción. Pero las facciones no están buenas, porque una facción siempre se pone frente a otra, y si te ponés en frente de otro argentino no podés construir el futuro junto a él. Así que no queremos enfrentamiento, sino conjuntamiento. La época de las ideologías ya fue. Esa es cosa del Siglo XX, de cuando teníamos un mundo partido al medio donde la gente no se hablaba. Teníamos a los rusos y a los Estados Unidos y había poco diálogo. Por fortuna después vino Yeltsin y la cosa mejoró, siendo que podíamos vacacionar en San Petersburgo sin esperar que la policía te agarre por practicar una profesión liberal y te tire en Siberia para que te coman los osos. Y yo te lo cuento porque me pasó. Bah, no me ha pasado a mí, me lo contó una vecina, Claudia, que vacacionó en Rusia hace 3 meses y se la comieron los osos. Lo mismo los pobres pibes de Greenpeace, Camila y Hernán,… comidos también por un oso. Y es que en Rusia ahora, como en la época fea antes de Yeltsin, si decís que no estás de acuerdo con el presidente te mandan a Siberia a que te coma un oso. Y, como te dije, yo esto lo sé porque me lo contaron. Pero qué sé yo, por ahí hay gente que quiere que seamos como Rusia, y está todo bien, pero a mí dejame que acá voy a estar mejor, porque no me van a comer los osos. ¿Por qué la FIFA hace el Mundial en Rusia, a todo esto? Seguro buscan que a Messi se lo coman los osos, porque es así: siempre nos ponen palos en la rueda. Pero no me gusta eso de quejarme, porque con las quejas no se mejora nada. Los argentinos siempre vivimos quejándonos, vivimos criticando al otro sin mirar qué hacemos nosotros. Siempre, pero siempre hacemos eso. Y así nos fue como país. Porque somos así, porque somos resentidos por naturaleza. Pero eso se tiene que cambiar y el cambio comienza por cada uno. Así que mejor empecemos a cambiar. Yo, por ejemplo, nunca me quejo. ¿No me creés? Bueno, empezá a revisar el archivo del blog y vas a ver que no miento. Así que mejor no nos sigamos quejando y salgamos a la calle con alegría, con buena onda, de cara al futuro, que va a estar bueno, y dejando atrás al pasado, que no estuvo bueno. Y si creés que antes estuvo bueno, está todo bien: es tu opinión. Pero es mi deber como argentino decirle a otro argentino que su opinión está equivocada. ¿O qué? ¿Acaso te gusta que te roben en la cara? A mí no, y a mi amiga Oriana tampoco. ¿Sabés a quién tampoco le gusta? A Alejandro no le gusta. Me acuerdo que una vez me dijo: “robar está mal, pero peor es que nos la pacemos criticando al ladrón.” ¿Y sabés qué? Algo de razón debe tener, porque por algo estudió todos esos años Sócrates… pero bueno, no me quiero ir de tema. ¿En qué estaba? Ah, sí, bueno, a la vida hay que ponerle onda y hay que estar acá, en la Plaza, poniendo el hombro, porque lo que no duele tampoco sirve en este país», eso queríamos decir. Entonces fuimos y bueno, estuvo bueno. Pero no estoy con mucho tiempo, así que otro día les cuento más. ¡¡¡Un beso grande!!!

jueves, 16 de marzo de 2017

¡¡¡Hola de Nuevo!!!

Bueno, sí, les cuento que anduve medio ocupado con la vida estos días: los piquetes que una manga de sátrapas maleducados me obligaron a mantener un acampe de algunos días en el Patio Bullrich. Y ahí estaba, en el Patio Bullrich, tratando de defender los valores de la República, puestos en peligro por una camarilla de docentes que quieren tener de rehenes a los pibes, de un par de muchachitas un toque histéricas que se la pasan de aborto en aborto para conseguir planes sociales, y de vagos de la Argentina Descansa, que andan de plan descansar en plan descansar. Perdón que parezco un poco hosco el día de hoy, mientras escribo, pero es que me pone mal. Me pone mal porque creo que así no vamos a ningún lado. Pero bueno, yo igual le pongo onda, porque si no la cosa no va a ningún lado. Y yo creo que hay que tener un rumbo, no sé. Por ahí los docentes y las pibas esas dicen que no, que hay que hacer pelota todo. Pero no, esa no tiene que ser la manera. Ya lo dijo mi amigo Alejandro, que también tiene los huevos al plato con la mala onda de los criticones de siempre. «No hay que tener una actitud destructiva, hay que tener una actitud postiva», siempre repite. Y tiene razón. Porque siempre resulta más fácil destruir que construir; siempre es más fácil criticar que proponer. Y así nos va como país, ¿vieron?
Pero no me quiero ir de tema y ponerlos mal a ustedes. Porque para mala onda ya están las tortilleras abortistas, los docentes que tienen de rehenes a los pibes, los vagos y los malentretenidos. Este tiene que ser espacio de optimismo, un cenáculo de la convicción y el entusiasmo en un tifón de malas noticias dirigidas desde los medios de comunicación que le hacen el bocho a la gente. Todo mal con ellos. Pero basta. Les tengo que contar algo hermoso. Resulta que hoy me llega un mail de una docente que me conmovió. La Seño de Antonia me escribió para decirme que ella me quería agradecer por las cosas lindas que leyó de mí y me mandó una foto re bonita que les quiero compartir a ustedes.


¿Vieron? Si uno le pone ganas, la vida recompensa.

miércoles, 8 de marzo de 2017

¡Conmigo NO, Baradel!

Y bueno, ayer continué con mi tendencia a levantar los muros de una patria sincera y sustentable. Porque al país lo levantamos entre todos, pero si uno se queda en su casa con miedo a salir porque Baradel le pega coscorrón, bueno, así las cosas no van a cambiar. Y me cuesta creer que los docentes lo sigan a ese tipo tan mugriento. Pero bueno, no sé, a mí no me representa porque yo quiero algo mejor para el país. Y al país no lo levantamos con gente así. ¿Qué ejemplo le da ese tipo al docente, que tiene que estar presentable a la hora de dar clases? No sé, yo me acuerdo de Andrea, mi profesora de química en el secundario, y era una mujer linda, siempre limpia, buena, pero que se hacía respetar. Si Andrea lo viera a Baradel diría: «Este tipo no me representa, porque yo quiero una Argentina mejor, y a la Argentina mejor la construimos entre todos, no haciendo paros sino siendo conscientes de que a los pibes no hay que tenerlos de rehenes». Y yo sé que hay un montón de Andreas más hoy, pero tienen miedo de que Baradel les caiga y les dé coscorrones. Pero con miedo no hacemos nada, porque el miedo nos paraliza y nos hace mal. En cambio, yo digo que hay que mirar para adelante y decir: «Yo no tengo miedo, Baradel, tengo esperanzas. Y mejor que me dejes vivir mis esperanzas, porque si no el país no va a salir de la crisis moral que gente como vos infectó en los docentes». Y así estamos…
Les comentaba que ayer volví a dar clases en la escuela de Emilce, la directora, que me agradeció la buena disposición y la buena onda. Y me dijo que lamentaba que los pibes faltaran: «Lo que pasa», explicaba ella, «es que la República Argentina está sumida en el nihilismo negativo y no ha alcanzado el estadio de transvaloración de todos los valores. Por eso lo que necesitamos no es ni un camello ni un león, sino un niño al frente de nuestros destinos. Un niño que haga poesía. Pero la profesora de Literatura está ausente. Por eso te pido, Amigo de Rozitchner, que pases por el aula de tercero e impartas una lección magistral, que des el ejemplo de cómo debe obrar el niño para purificar el estado de nihilización al que nos ha conducido el populismo. Por favor, te encargo ese destino». Y entre lágrimas tomé las manos de Emilce y anuncié la venida del súper hombre en el cole. Al momento de ir al aula de tercero, una idea se manifestó en mi interior: «¡Niños, niños! Acompáñenme al patio

Y como dijo Emilce: «Necesitamos de un niño» para conducir los destinos de esta nueva y más mejor Argentina que se viene.

lunes, 6 de marzo de 2017

¡¡¡Voluntariado docente PRESENTE… ahora y SIEMPRE!!!

Bueno, les quería comentar que no me gusta esa cosa medio fulera de andar deteniendo al país y tomando de rehenes a los pibes. Entonces me dije a mí mismo: es tiempo de cambiar el estado de apatía constante en este país derruido por las prácticas populistas y empezar a hacer la diferencia poniendo mi granito de arena. Y eso hice. Así que me fui a la escuela del barrio más cercana esta mañana y le dije a Emilce, la directora, que me dejara pasar, pues pensaba impartir a los chicos una lección de griego básico. Porque van a leer las obras de Sócrates durante el año, los pibes tienen que saber griego básico. Y charlando con Emilce, la directora, la empecé a notar un poco triste. Y entonces, ante la insistencia y el entusiasmo con el que alteraba su existencia, ella me confesó que estaba amargada porque los docentes ya no seguían los lineamientos axiológicos de la escuela pública. «Recuerdo», comenzaba a declamar, «que hace cuarenta años las cosas no eran así. Acá el docente se hacía respetar en clase y parte de eso era no hacer paros cada dos por tres. Porque si uno hace muchos paros, sabrá ya usted, la gente empieza a enojarse y decir que son todos unos vagos que parasitan la teta del Estado y queman en putas los impuestos de la gente. Y bueno, yo no es que quiera ser una buchona ni nada, pero yo no adhiero al paro y le abro las puertas a la gente de bien porque, la verdad, no me gustan ni las putas ni la merca. Las putas generalmente las tenés que ir a buscar a un cabarulo de cuarta, salvo que te gusten los travestis de la ruta. Y a la merca hay que saber dónde comprarla, porque si paleás un par de veces una de mala calidad después no sabés ni cómo te llamás. Y el tema con los docentes que hacen paro es ése: son merqueros y putañeros. Algunos, incluso, se van de travas, y dejan a los pibes acá, de rehenes, mientras sodomizan a su acompañante en la sala de profesores. Y lo digo porque yo lo viví acá y no estuvo bueno. A mí no me gustan esas cosas… pero bueno, es el resultado de los años de libertinaje a los que nos han sometido esos corruptos. ¿Qué quiere que le diga? Yo tengo esperanzas en que las cosas van a cambiar y por eso vengo acá y les digo a los chicos que hay que poner todos el hombro; que Norberto, el tachero de la esquina, se copa en dar el seno de X; y el que el Amigo de Rozitchner vino hoy a la mañana con su Gramática Griega para que puedan entender a un ateniense si se van de vacaciones al Mar Egeo. Y hay que ir de a poco, pero a veces una se siente amargada y piensa que lo mejor es poner una bomba en el medio de la Sala de Profesores y que vuelen todos por el aire, incluidos los travestis que, pobrecitos, no tienen la culpa. Porque esa gente hace mucho daño, tanto a los pibes, que los tienen de rehenes todo el día, como al legado de Sarmiento, que era un caballero respetable».
En ese momento interrumpí a Emilce, la directora, y le dije que los pibes no iban a ser rehenes de nada, que acá todos teníamos que poner el hombro porque al país lo sacamos de la crisis moral entre todos. Y que los pibes iban a estar bien, que los iba a salir a buscar hasta sus casas y les iba a dar la mejor lección de griego básico que ellos pudieran tener. Entonces Emilce, entre lágrimas, me confió un par de tizas blancas y un borrador: «Estas tizas son tus mejores armas para detener los embates satánicos del populismo. Y este borrador, bravo hombre, es lo que nos permitirá borrar los errores más cruentos de nuestra historia». Y así me despedí de Emilce con un fuerte abrazo y encaré al aula, donde los alumnos me estaban esperando.